segunda-feira, 23 de agosto de 2010

Fotos noturnas





Mais fotos aqui: http://picasaweb.google.com/115731026832889998376

quinta-feira, 19 de agosto de 2010

Falleció tía C.

92 años tenía y me acabo de enterar. No es que yo la viera tanto, pero lamenté mucho. Tampoco es una de esas muertes precoces que nos sacan del bostezo diario, para pensar en todo ello. Es más una de esas muertes naturales que nos llenan de consuelos, al menos vivió muchos años, y nos dejan dormido el lado del corazón que no quiere aceptar lo natural que es lo natural. De todos modos, era a tía C. que todos los años íbamos, después de desayunar, bañarnos, abrigarnos bien para el invierno de Buenos Aires (siempre invierno), a visitar. El abuelo y algún largo sobretodo gris, la abuela y sus prolijos maquillajes, Paula y yo, ansiando por la capital. Vamos a ver a tía C., saludar también al tío, acariciar al perro, por ahi pasar por el negocio de los pajaritos, galletitas, qué grande están, ¿cuándo llegaron? Gracias, tía, nos volvemos para almorzar y a la noche, otra vez capital federal, pero ahora falleció la tía C. Tampoco la íbamos ya a visitar, ya no está en su casa y sí en una casa para ancianos. El tío y el abuelo ya fallecieron hace mucho y la tía C. es la última de las hermanas de la abuela. Ya tampoco se hablan mucho. La abuela con 90 años ya no puede abrigarse y salir a visitar a su hermana, se hablan solamente por teléfono para las fechas. Habrá que contarle a la abuela, es tan difícil, pero no se puede esperar hasta navidades. Hay que contarle que falleció también la tía C. en este embudo de goteo que se convirtió la vida. En fin, lamento mucho que haya fallecido la tía C., aunque haya sido de muerte natural, pues no puedo entender como puede ser tan natural algo así. Lamento mucho ver como se escribe la historia en nuestra carne y piel a azotazos impiedosos como estos, abuela, y habrá que contárselo. Te envío tardíos besos tía C., que espero puedas sentir en tu celeste yacija.